Cuento!

Quiero decir, por adelantado, que este cuento es solamente una parte. Espero poder seguir escribiendo la continuación muy pronto :)

Y para acompañarla...

Déjame decir, que ella, a pesar de ser como lo que esperaban sus padres, resultaba demasiado tímida para mostrarse como ella misma ante el resto de su mundo. Algo regordeta, cabellera negra y corta hasta donde llegaba su mentón, unos ojos grandes marrones, nariz pequeña, algunas pecas sobre sus mejillas sonrosadas, ropa algo pasada de moda y un poco desteñida. Nada especial para una niña de once años.

Solía pasar horas dibujando con cualquier hoja de papel que se le atravesara, ideando nuevas caras y seres con ojos demasiado brillosos. No le permitían salir sola en su barrio, así que no tenía amigos con quién jugar o pasar el tiempo. Sus únicos confidentes eran una caja de lápices de colores, una muñeca Barbie calva, y un escritorio apartado del resto de los muebles de su habitación.

Las tardes eran algo lentas, a la sombra de esa cortina dando golpes sobre el espaldar de la silla del escritorio, creando rostros, dando color a tantas figuras algo estrambóticas, buscando historias convincentes pero extraordinarias; dejando que su mente se fundiera con el olor del grafito y riendo sola de las extrañezas que aparecían dentro de su cabeza.

Las cosas resultaban diferentes al llegar al instituto. Ella no era la niña amada, protegida, segura de sus propios pensamientos… Pasaba a ser una especie de sombra algo mal vista, sin talento aparente, sin ese carisma del resto de sus compañeras de clase con el cabello rubio rizado y pestañas largas.

Ella, entonces era el objeto de burlas en más de una ocasión. Los maestros solían decir que, a pesar de estar quieta en las clases, y llevar la tarea, sus conocimientos no eran sobresalientes aunque sólo fuera en una asignatura.

Lloraba algunas horas en la oscuridad del interior de un armario vacío ubicado en el desván luego de volver a casa…

Pronto, la escuela primaria habría acabado. Sabía perfectamente que podría empezar la secundaria siendo algo más que una sombra. Era una oportunidad nueva, y las cosas pasarían a ser algo mucho mejor si se lo proponía.

Freakysita, escribiendo.

pst: Este cuento también estará en "Tejiendo pensamientos"