Así que decido cerrar ese ciclo. Ese en el que las pesadillas no me dejan dormir, en donde tenía migrañas fuertes, mucho sueño y pocas ganas de batallar en este lugar.
Decido dejar a un lado el exceso de humo de cigarrillo en mi ropa, el licor, las malas compañías, los gestos con interés de fondo, el dormir demasiado (creo que hasta para una artista el quedarse en cama hasta las 10 a.m. ya es demasiado), las sonrisas falsas, el maquillaje para salir todos los días sin rumbo fijo, el hablar con extraños sobre estupideces, pero sobre todo lo que dejo atrás, es el no querer perdonar a los demás, ni siquiera a mí misma por errores que al fin y al cabo, son cosas sin sentido ni importancia.
Así que, en vez de armar mi alma para absolutamente nada, pido disculpas y perdono. Si, a todos esos conocidos, amigos, ex amigos, etc... simplemente les digo que los perdono en lo más profundo de mi alma; y a todos los que alguna vez llegué a ofender por x o y razón, les pido disculpas. Simplemente soy un ser humano de carne y hueso como cualquier otro. No hay razones para envenenar mi alma o la del resto de las personas... Créanme, así seremos más felices y por lo tanto, libres de seguir con nuestras vidas, nuestros planes para la vida y el resto del camino como personas.
Los rencores, las traiciones, y todo aquello que nos deja un recuerdo en mal estado es mejor dejarlo en el pasado, perdonar, disculparse, mirar con la frente en alto al presente que nos trae cosas mucho mejores y posiblemente, más satisfactorias. Me cansé del veneno. Me cansé de pensar en qué podría pasar si perdono y por eso mejor, actúo...
Ojalá más personas hicieran lo mismo. El mundo sería más hermoso y no se necesitaría de las hipocresías ni el hecho de usarnos los unos a los otros para fines que al dar el anochecer, serán vanalidades sin sentido que nos dejan un vacío en el interior.
Freakysita, dejando atrás.
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