Dicen que el que no erra no aprende... Ese es mi caso.
Al fin aprendí:
- A caer de pie
- A no dejarme influenciar por menores
- A no decir que SI a todo
- A levantar mi cabeza pase lo que pase
- A respetarme a mí misma
- A ser más consciente de lo que me rodea (incluyendo a las personas)
- A llevar mi nombre, identidad y creencias en alto
- A reconocer a los verdaderos amigos (Gracias de nuevo, Daniel y Margie)
- A diferenciar de lo que está bien de lo que está bien visto por algunos sujetos
- A no descuidar mi salud porque algunas personas consideran que no tengo nada malo
Viendo así a la vida, vuelvo y me seco las lágrimas, me retoco el maquillaje, me levanto, curo mis heridas (físicas y emocionales) y doy un paso a la vez. Proceso que estará lleno de líos, inconvenientes, personas buenas y malas, sonrisas verdaderas y malintencionadas, palabras de aliento y crueles... y me iré con lo que de verdad llene mi espíritu y lo fortalezca... tal y como lo haría una chiquilla llamada Bohemia (próximamente, ella estará rondando por aquí).
Freakysita, más sabia y madura.
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