viernes, 19 de agosto de 2011

La Señorita X


Las pasiones extremas de alguna forma hacen que te sientas vivo, ya sea para bien o para mal... pero lo importante es saber cuándo parar; y cuándo empezar de nuevo con las cosas más sencillas de la vida.

Hoy no es un poema lo que espera en esta entrada, pero tampoco, un cuento de esos que suelo poner de vez en cuando. Tal vez sea una pequeña historia de alguien a quien quiero mucho y que voy a cuidar de su identidad, llamándole, la Señorita X.

**

Un buen día de esos largos y con un sol preciosamente potente, en la ciudad de Bogotá, la Señorita X caminaba desprevenida por una calle bastante concurrida a la hora del almuerzo (Entre 12:30 m y 2:00 p.m.) pensando que al poder tener una oportunidad como la que la vida le presentaba en ese momento, podría ser totalmente feliz y no volvería a preocuparse por dinero, o por amor...

No puedo describir exactamente, la oportunidad que se le presentó ese día. Ni a dónde se iba tampoco. Como siempre, me llamó y me contó de las buenas noticias, y acordamos poder reunirnos al día siguiente para contarme más detalles, y comernos un helado.

Nunca le había visto tan deslumbrante, tan feliz y tan esperanzada. Reímos y disfrutamos del día (que volvía a ser muy bonito) y me dijo que a pesar de ser un trabajo underground, en un lugar muy diferente, podía estar segura que las cosas mejorarían poco a poco. Yo le di mi apoyo completo, y le prometí seguir en contacto a pesar de todo. Seis meses después, empezó su travesía.

Luego de muchas conversaciones, mails, pequeñas cosas compartidas a través de la web, comprendí en mucho sentidos a mi amiga. Estaba feliz y despreocupada de la vida a pesar de tener un trabajo de casi 24 horas diarias, y de vivir bajo reglas de desconocidos... Luego de dar muchas vueltas en lugares extraños y alejados de su casa, había encontrado la estabilidad ( o al menos eso era lo que ella siempre me decía), y que estaba empezando a buscar a alguien para que fuese su compañero sentimental. Me pareció una excelente idea, ya que del trabajo no se puede vivir totalmente, y me sorprendí bastante cuando en menos de unas semanas, ella me dijo que estaba saliendo con alguien, y conociendo gente interesante.

Volvió a pasar un tiempo. Yo, con mi vida (de esos días buenos, y de esos días no tan malos) y ella, contándome casi a diario de sus últimas anécdotas. Resulta que nadie dio la talla para quedarse con la Señorita X... pero ella lo entendía a la perfección. Resulta también, que su contrato laboral estaba por acabarse y no tenía ni idea de cómo seguir en este lugar para poder ser lo que ella mas quería, y tener muchas más historias que contar.

Buscó por todos sus medios quedarse más tiempo, porque esa vida de la que tanto estaba feliz, se empezaba a derrumbar. Se tomó unas vacaciones y cuando volvimos a tener contacto, me contó que podría seguir en ese lugar, y que había encontrado a alguien muy especial que le podía ayudar con todo. Me sentí feliz por ella, aunque aún había algo que no me cuadraba en todo este asunto.

La Señorita X, luego de un año y tantos meses, había cambiado de una manera monumental y hasta ahora me había percatado. Era la "señora" de una casa, al lado de alguien mayor que ella y que aseguraba darle todo su afecto y prestaciones para poder quedarse. No niego que entré en pánico... Pasaron semanas antes de volver a saber algo de ella.

Me dijo que las cosas estaban bien. Que todo era de color de rosa, y que no le importaba si ella tenía que encargarse de todas las cosas de la casa desde que se pudiera conseguir el papel en cuestión para no irse de su sueño más preciado. No me quitó la sensación de pánico. Dos días después, ella me dijo que él no la dejaba hablar con nadie, y que se estaban complicando las cosas.

Dio con alguien celoso. Que ahora le alteraba por completo sus planes de ser feliz y de disfrutar la vida... No la quería tampoco, aunque se lo dijera. Sólo la manipulaba y sin darse cuenta, la ahora Señora X de Tal; vendió lo poco que tenía por un sueño que no vería tal vez nunca.

Quisiera decir que este es un final feliz, pero, eso aún es muy incierto. Tal vez cuando descubra el final de la historia, pueda ponerlo aquí, y dejar esto como algo mucho más hermoso, como el sol que estaba sobre nuestras cabezas ese día en Bogotá, hace un año y piquito.



Freakysita, contando.

3 comentarios:

Claulexa dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Claulexa dijo...

Muy interesante tu historia, conozco una parecida ;)
mmm yo digo que la "seniorita X" a pesar del momento q atraviesa siempre va a seguir siendo una seniorita hasta q ella realmente decida ser seniora. La vida da muchas oportunidades y ellas se toman en el momento en que se esta preparado. Pienso que ella quizas esta en un momento de transición y que muy seguramente ya esta saliendo de todo esto y está alcansando sus suenos y metas. A veces hay q hacer pequenos "sacrificios" para crecer y mas aun cuando la vida, Dios o el destino se encargan de colocarlo en el camnino para crecer. El final de la historia creo, estoy segura que va a ser feliz, ella se siente completa, tiene exito laboral, personal y claro en el amor....encuentra a su principe azul, alma gemela y viven felices para siempre en un hermoso reino :D!!

Sara M. dijo...

espero que así sea entonces ;)

generated by sloganizer.net