lunes, 3 de marzo de 2014

Tiempo.

Me encuentro en un sitio en el que está prohibido comer. Hablar es un castigo. El teléfono no deja de sonar en ocho horas (o tal vez más tiempo)... Donde el escape matutino es la música y tal vez el chocolate de vez en cuando.

Caos. Me han dado ganas de fumar pero me las aguanto. extraño los tiempos en los que el diseño gráfico eran algo mucho más de comunicar y crear, que extraños protocolos con órdenes de compras, papeles y tablas de excel; pero aún así me aguanto y trato de sobrevivir dentro de la industria de la moda... Mientras me pregunto si es de verdad que mi camino seguirá siendo esta industria, si en verdad seré feliz diseñando y coloreando al mundo a través de la moda.

Llevo tres meses en este puesto. Más de lo que me esperaba aguantar la verdad. Pero me he vuelto sabia, un poco más abierta a posibilidades en el campo del arte y no me quejo del salario. Mi guarda ropa es prácticamente el sueño de más de una joven de mi edad, gracias a tantos consejos de moda, diseñadoras y personas que aportan poco a poco a convertirme en algo así como una fashionista... Sin embargo, hay algo que me hace falta más que cualquier cosa: 

ESCRIBIR

Estuve un tanto alejada de este lugar por muchas razones. Unas que tal vez el tiempo mismo se ha encargado de alejar del todo sin saber a ciencia cierta por qué. Pero la vida sigue. Las cosas cambian... Las personas que creíste que estarían para siempre a tu lado de un momento se evaporan. Aunque algunas prevalecen más años de lo que esperabas. 

Y aquí me encuentro de nuevo. Reivindicándome ante las circunstancias. Dejando salir a Freakysita, o podría explotar en menos tiempo del que debería. Alicia Myriad sigue en su proceso de búsqueda de editorial, mientras encuentro más palabras para su segunda parte (Aunque sea un poco apresurado), y mientras tanto, debo dejar atrás tantas cosas, comportamientos, recuerdos, personas y lugares. 


Es triste ver cómo el ser humano se enfrenta a los cambios sin darse la oportunidad de no olvidar quién es. En alguna parte ustedes dos (no diré nombres) tal vez vuelvan a nombrarme. A darse cuenta que las cosas no fueron mi culpa... que todos cometemos errores y que si bien busqué el perdón en mi corazón y los libré de todo pensamiento negativo, espero hagan lo mismo y dejen de contaminar al mundo. Vuelvo. No por alguien diferente a mí. Ni por ustedes. Solamente porque quiero seguir escribiendo. Porque sé que hay más personas alrededor del mundo que extrañan que escriba y cree algo diferente a contenidos para redes sociales y comunicaciones en publicidad. Me alegra saber que esto es lo que me deja pagar las deudas y la ropa de moda, aunque mi motivo para vivir siguen siendo las palabras, los lugares que aún no he visitado con mi agenda y mi pluma y esos personajes que con tanto cariño he creado con mi imaginación.



Freakysita, volviendo.

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